"Algunos de los argumentos islamófobos actuales se empleaban casi tal cual para referirse a los moriscos"
Entrevista al profesor Luis F. Bernabé Pons, Catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad de Alicante y secretario de la revista 'Sharq Al-Andalus. Estudios Mudéjares y Moriscos'

Luis F. Bernabé Pons, Catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad de Alicante
Webislam entrevista al profesor Luis F. Bernabé Pons, Catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en el Departamento de Filologías Integradas de la Universidad de Alicante. Secretario de la revista Sharq Al-Andalus. Estudios Mudéjares y Moriscos.
Discípulo y durante años colaborador del añorado Míkel de Epalza, Luis Bernabé Pons es sin duda uno de los máximos especialistas sobre los moriscos. Sus líneas principales de investigación se centran en la Literatura Árabe, la influencia del elemento árabe-islámico en la literatura española y en la historia y cultura de mudéjares y moriscos.
Es autor de estudios de referencia, entre los que destacamos: El cántico islámico del morisco hispanotunecino Taybili (Zaragoza, 1988); El Evangelio de Bernabé. Un Evangelio islámico español (Alicante, 1995). Los moriscos: conflicto, expulsión y diáspora (Libros de la Catarata, 2009).
WI: El año 2009 se conmemoró el cuarto centenario del decreto de expulsión de los moriscos. Ha pasado un tiempo suficiente para realizar una valoración: ¿Qué es lo que destacarías? ¿Qué has echado de menos? ¿Crees que esta efeméride ha servido para dar a conocer la causa morisca entre los españoles?
— Creo que hay varias cosas que merece la pena destacarse: en primer lugar, que el tema morisco sigue siendo atractivo, recurrente, fértil e insoslayable, no ya en la historia del siglo XVI hispano, sino en la mentalidad española respecto al islam, a las minorías, al control y/o represión de la disidencia, etc. Segundo, que se ha incorporado al estudio de los moriscos una buena cantidad de investigadores con las metodologías más diversas y con puntos de vista variados y muchos de ellos innovadores. Tercero, que ya –afortunadamente- no se rehúye ningún tema, ni ningún debate. Cuarto, que, poco a poco, pero de forma honesta, se va haciendo un esfuerzo por reconstruir la verdadera dimensión identitaria de los moriscos, tanto en su aspecto islámico, como en su aspecto de grupo perseguido. Quinto, y relacionado con lo anterior, que aunque persisten definiciones y descripciones de corte meramente ideológico (tanto desde el punto de vista hispano –los Vidal, Losantos, etc.- como desde el punto de vista musulmán –yihad, la umma wahida, etc.-), éstas van quedando cada vez más empequeñecidas en la historiografía. Sexto, que todo el mundo está de acuerdo en que queda mucho por hacer, y no sólo de labor meramente archivística, sino hermenéutica.
Cosas que haya podido echar de menos: un análisis más profundo de la vida y mentalidad religiosas de los moriscos; un acercamiento más “cultural” a la comunidad morisca, y no sólo puramente histórico. Una interpretación del morisco como homo hispanicus y como homo religiosus. Hay que intentar responder a preguntas, quizá demasiado directas, pero claves, como ¿se podía ser/sentirse español y morisco? ¿Podía un morisco llegar al Magreb y sentirse en tierra extraña? Parecería en cierta manera que la vida religiosa de los moriscos, o su vida en general, se encerrase entera en el criptoislam, haciendo de la prudencia –o hipocresía, según se quiera ver- una columna vertebral vital, cuando es un simple fenómeno. En cierta manera, se sigue viendo a los moriscos falsamente como una unidad con pocos matices. Igualmente he echado de menos un mayor esfuerzo por seguir investigando acerca de la diáspora morisca y especialmente acerca de su valoración. Aunque es cada vez más conocida en general (y a ello ha contribuido grandemente el aniversario), los distintos aspectos del exilio morisco sólo son conocidos por especialistas. Otra cosa que se echa de menos es el análisis comparativo entre judeoconversos y moriscos, o entre judíos y marranos. Aunque evidentemente se han hecho trabajos, poco a poco vamos sabiendo más de las relaciones que mantenían ambas comunidades.
Las publicaciones y congresos se multiplican, pero, ¿conoce el gran público el significado de la expulsión de los moriscos? ¿Tiene conciencia de la importancia y significación de este hecho en la historia de España?
— Me temo que el tema morisco no ha llegado completamente al gran público, por lo menos en toda su extensión. Aunque el aniversario ha supuesto un gran paso adelante en este sentido, mi experiencia es, primero, la sorpresa de muchos al enterarse del asunto y, segundo, la mezcla inconsciente y supongo que irremediable entre andalusíes, mudéjares, moriscos, turcos, etc. Lo mismo pasa con lo de la importancia: dejando de lado a los entusiastas pro y anti, son pocos los que conocen realmente qué significó este hecho en 1609. De hecho, creo que para muchos los musulmanes en España acabaron en 1492.
En la justificación discursiva de la expulsión se mezclan a menudo argumentos propios de la razón de Estado con otros de corte teológico. Lo cual parece hasta cierto punto lógico en un contexto en el cual el fundamento del estado es confesional.
— No existen los unos sin los otros en el siglo XVI, en los Estados cristianos y en los islámicos. Hay que tener en cuenta, por encima de todo, que se trataba de expulsar a cristianos, y teológicamente eso no se sustenta. Por mucho que ciertos eclesiásticos vociferasen y aplaudiesen, la Iglesia o la Inquisición no se entusiasmaron con la medida. Lerma andaba desesperado para reforzar la justificación desde le punto de vista teológico, pero no tuvo éxito: por ello en los decretos tuvo que reforzar las razones “de Estado”, aunque muchos en las Cortes sabían que la amenaza de rebelión, la connivencia con el turco, etc, eran sólo figuraciones sin más fundamento. Pero si lo que se quiere es dar una imagen de firmeza ante los enemigos europeos (ésta es una de las tesis que más ha corrido en los últimos años), hay que manejar ambos frentes.
¿En qué medida la islamofobia actual repite esquemas que tienen su origen en la época de la expulsión?
— La islamofobia actual, teniendo elementos nuevos evidentemente, hunde sus raíces en el pasado. Puede constatarse que algunos de los argumentos islamófobos empleados en la actualidad se empleaban casi tal cual para referirse a los moriscos en los siglos XVI y XVII: el miedo a lo desconocido, el odio a lo diferente, la extrañeza ante ritos diferentes, la negatividad excluyente hacia el otro... Leer algunos documentos clamando por la expulsión de los moriscos suena, a veces, muy actual.
Al-làh es la Luz de los cielos y de la tierra. La parábola de Su luz es como un nicho que contiene una lámpara; la lámpara está en cristal, el cristal [brilla] como una estrella radiante: que se enciende gracias a un árbol bendecido --un olivo que no es del este ni del oeste --cuyo aceite casi alumbra aunque no haya sido tocado por el fuego: ¡luz sobre luz! (Corán 24:35)