¿Por qué sumir las islas en el secreto?
Lo de la ausencia absoluta de conocimientos náuticos por parte de los guanches es algo muy extraño y para lo que ningún especialista ha logrado dar todavía una explicación coherente.
Además es una carencia que caracterizaba a las poblaciones de todas las islas del archipiélago, no solo a alguna en concreto, a pesar de que no había ni el más mínimo contacto entre unas islas y otras.
La teoría del olvido de las técnicas de navegación no tiene mucha lógica. Aún que hubiera sido así habría quedado constancia arqueológica del tiempo en que si se utilizaba algún tipo de embarcación, y habría habido quedado constancia a través de la transmisión oral de un tiempo en que si utilizaban los guanches medios de navegación, aunque fuera para pescar, ni siquiera para desplazarse de una isla a otra.
Por otro lado es imposible que este olvido se hubiera producido sistemáticamente en las siete islas a la vez. Esto no tiene ningún sentido. En todo caso se podría haber producido el olvido de las técnicas de navegación en alguna de las islas, pero no en todas al mismo tiempo, tendría que haber alguna de las islas en las que aun se conociera algún tipo de técnica de navegación en el momento del contacto con los españoles.
Cada isla tenía creencia religiosas diferentes, lo del tabú tampoco es posible con esa lógica que alcanzase a las poblaciones de cada isla, tal vez se podría haber dado en alguna de ellas, pero en todas a la vez, teniendo además en cuenta que no había contacto alguno entre ellas, no tiene lógica.
Mi opinión es que parece que la ausencia de técnica náutica, y esto es una teoría absolutamente personal que no se base en la teoría de ningún especialista, estuvo forzada por alguien que ejercía control sobre las poblaciones de las islas. Por alguna razón la potencia marítima que trasladó poblaciones amazigh del interior del norte africano, poblaciones que jamás habían visto el mar hasta entonces, se precavió de que el ingenio de estos amazigh no les llevase a construir algún tipo de embarcación que les permitiese salir de las islas y comunicarse asi con el exterior.
Es como si la potencia marítima que en algún momento las controló (las islas) no quisiera que ninguna otra potencia rival tuviera conocimiento de la existencia de las islas.
Aparte de la expedición del mauritano Juba II (52 a.C – 23 d.C.) referida por Plinio el Viejo (Naturalis historia, Libro VI, versos 202-205) no parece haber habido contacto de las islas con pueblos mediterráneos hasta la llegada del genovés Lancelloto Mallocello a Lanzarote en 1312.